Ten Points for a water policy
1. EL AGUA ES FUENTE DE VIDA Y CULTURA.
El agua es sagrada porque de ella depende la vida; es limitada, ya que depende de su ciclo, que es frágil. Debemos adaptarnos a los ritmos de la naturaleza y no pretender dominarla. Todas las grandes civilizaciones florecieron en las cercanías de ríos y lagos, y el agua está presente en todos los aspectos de una cultura: la vida cotidiana, las actividades agrícolas e industriales, el esparcimiento, el arte, la espiritualidad.
2. EL AGUA ES UN BIEN COMÚN, NO UNA MERCANCÍA.
El agua es un bien de todos, un derecho humano. No puede tener un valor económico ni debemos ceder al mercado la función de regular el acceso a ella. No obstante, los servicios, como el de agua potable y de uso industrial o agrícola, deben tener precios justos, en relación con el consumo y el uso. La modificación de tarifas debe seguir siempre a un auténtico proceso de consulta y discusión, y una parte significativa de la recaudación debe destinarse a conservar las esponjas naturales.
3. EL CUIDADO DEL AGUA ES RESPONSABILIDAD COMÚN.
Solucionar los actuales problemas con el agua necesita de todos. El esfuerzo va desde el ámbito de los hogares hasta los distintos niveles de gobierno y la participación de las mujeres es particularmente importante. Hay que fortalecer los espacios de concertación que permitan hacer acuerdos para cuidar el agua entre todos los actores: grupos sociales, productores, instituciones, autoridades.
4. LOS ESFUERZOS DEBEN CONCENTRARSE EN LOS NIVELES
LOCAL Y DE CUENCA.
Tenemos que trabajar localmente, pero pensando en toda la cuenca de la que formamos parte. Las cuencas son unidades naturales en las que el agua vincula a la naturaleza y la gente que habita en ellas. Hay que restaurar y conservar los procesos naturales de los que depende el agua y al mismo tiempo buscar opciones de mejoramiento social.
5. GARANTIZAR EL ACCESO DE TODOS AL AGUA PARA
SUBSISTENCIA.
Como el agua es limitada debemos repartirla bien y usarla bien. Es importante ordenar sus usos de manera que se asegure el equilibrio natural que permita seguir teniendo agua y todos tengan acceso al agua para vivir.
Se propone este orden:
• Mantenimiento de los sistemas naturales
• Satisfacción de las necesidades básicas
• Usos sociales y comunitarios
• Actividades agropecuarias
• Usos privados de beneficio económico
6. APOYAR A LAS COMUNIDADES RURALES QUE ASEGURAN
EL MANTENIMIENTO DEL AGUA.
Se debe compensar a las comunidades que protegen las fuentes de agua. Esto deberían hacerlo los usuarios del agua, especialmente los de las ciudades. Como alternativa al esquema gubernamental de servicios ambientales, que no ha dado los resultados esperados, pueden crearse Fondos para la Producción Sustentable e impulsar iniciativas locales de restauración ecológica y transformación productiva.
7. CONSERVAR LAS ESPONJAS NATURALES EN VEZ DE
IMPORTAR AGUA DE OTRAS CUENCAS.
Para asegurar el abasto de agua es necesario conservar las zonas naturales de captación y regenerar los ecosistemas. No basta con plantar árboles, hay que cuidar su crecimiento, enriquecer los suelos y prevenir la erosión. Se debe restaurar ríos y arroyos, favorecer el crecimiento de la vegetación natural y controlar incendios y plagas. Hay que promover actividades productivas diversificadas y sustentables, y definitivamente deben cancelarse los proyectos para llevar agua de una cuenca a otra, por sus altos costos económicos, ambientales y sociales.
8. BUSCAR ALTERNATIVAS AL DRENAJE.
El drenaje convencional es una de las principales causas de desperdicio de agua en las casas y de contaminación de cuerpos de agua. Es mejor optar por métodos alternativos para manejar nuestros desechos; una opción recomendable son los sanitarios secos. En donde ya hay drenaje deberían separarse las aguas grises del agua del excusado y evitar que el agua de lluvia se mezcle con el agua sucia. Las aguas grises también pueden tratarse a escala doméstica o de barrio, y esto es especialmente importante en las partes altas de las cuencas.
9. CREAR CIUDADES SUSTENTABLES.
Es indispensable cambiar la relación de la sociedad con el agua. Requerimos ciudades sustentables, es decir ciudades que mantengan un equilibrio con el campo a su alrededor. En cuanto al agua esto implica cuidar y restaurar los bosques y apoyar a las comunidades que los conservan, hacer más eficiente el riego agrícola, restaurar y mejorar las redes de agua potable, captar y utilizar agua de lluvia, ahorrar y racionar el agua en las ciudades, pagar lo justo por el servicio de agua potable y devolver el agua que usamos de la manera más limpia posible a sus cauces naturales.
10. NO A LOS GRANDES PROYECTOS HIDRÁULICOS, EN PARTICULAR
LAS PRESAS, EL FRACKING Y LA MINERÍA A CIELO ABIERTO.
Las grandes presas alteran muy gravemente el ciclo del agua y son causa de serios daños ambientales y sociales. Es posible almacenar agua, regular inundaciones y producir energía con proyectos pequeños
y ecológicamente benéficos. Las represas de baja escala pueden estar al alcance de las personas y comunidades y ser controladas por ellas. La minería a cielo abierto, por otra parte, tiene grandes impactos en los ecosistemas naturales y suele contaminar gravemente las fuentes de agua. Hay que evitar la construcción de más grandes presas y actuar para disminuir el daño de las que ya existen, así como impedir la minería destructiva.
1. WATER IS THE SOURCE OF LIFE AND CULTURE.
Water is sacred because life depends upon its presence; it is limited, since it depends on its cycle, which is fragile. We should adapt to the rhythms of nature and not attempt to dominate it. All of the grand civilizations flourished in close proximity to rivers and lakes, and water is present in all aspects of a culture: daily life, agricultural activities, entertainment, art, spirituality.
2. WATER IS A COMMON GOOD, NOT A COMMODITY.
Water belongs to all; it is a human right. It cannot have an economic value nor should we allow the market to regulate its access. However, services, like the provision of potable water and water for industrial or agricultural use, should be priced reasonably with respect to their consumption and use. The modification of tariffs should always follow an authentic process of consultation and discussion, and a significant part of the collected revenue should be destined to conserve the natural sponges.
3. CARING FOR WATER IS A COMMON RESPONSIBILITY.
Solving the current water problems requires everyone. The effort starts in the home and reaches the distinct levels of the government, and the participation of women is particularly important. This requires the strengthening of collaborative spaces in which agreements are made, regarding the care of water, between all of the participants: social groups, producers, institutions, authorities.
4. THE EFFORTS SHOULD BE CONCENTRATED BOTH LOCALLY AND
AT THE LEVEL OF THE WATERSHED.
We have to work locally, while thinking of the entire watershed of which we are a part. The watersheds are natural unities, where water links the natural world with the people that inhabit it. The natural processes that depend on water must be restored and conserved, and at the same time, options of social improvement must be explored.
5. GUARANTEE EVERYONE’S ACESS TO WATER FOR SUBSISTENCE.
As water is limited, we should distribute and use it well. It is important to organize its uses in a way that ensures natural balance, which allows for the continued presence of water and that all have access to water in order to live.
This is the proposed order:
• Maintenance of the natural systems
• Satisfaction of basic needs
• Social and community uses
• Agricultural activities
• Private uses and those of economic benefit
6. SUPPORT THE RURAL COMMUNITIES THAT ENSURE THE
MAINTAINENCE OF WATER.
The communities that protect the sources of water should be compensated. This compensation should be the responsibility of those who use the water, especially those in the cities. As an alternative to the governmental scheme of environmental services, which has not given the desired results, we can create Funds for Sustainable Production and inspire local initiatives of ecological restoration and productive transformation.
7. CONSERVE THE NATURAL SPONGES INSTEAD OF IMPORTING
WATER FROM OTHER WATERSHEDS.
In order to guarantee the water supply, it is necessary to conserve the zones where water is captured naturally and regenerate the ecosystems. It is not enough to plant trees; we must care for them as they grow, enrich the soil, and prevent erosion. We should restore rivers and streams, encourage the growth of natural vegetation, and control fires and plagues. We must promote diverse and sustainable productive activities. Definitively, projects involving the transport of water from one watershed to another must be cancelled, due to their high economic, environmental, and social costs.
8. LOOK FOR ALTERNATIVES TO THE SEWER SYSTEM.
The conventional sewer system is one of the main causes of water loss in the home and contamination of bodies of water. It is better to opt for alternative methods of waste management; a recommendable option is the dry toilet. Where there is already sewage, gray water and toilet water should be separated, and the mixing of rainwater with the dirty water should be avoided.
9. CREATE SUSTAINABLE CITIES.
Society’s relationship with water needs to change. This requires sustainable cities, that is, cities that maintain a balance with the surrounding countryside. With respect to water, this implicates care and restoration of forests and the support of the communities that conserve them, the improved efficiency of agricultural irrigation, the restoration and improvement of the networks of potable water, the capture and utilization of rainwater, storage and rationing of water in the cities, fair payment for services of potable water, and the return of the water that we use to its natural channels in the cleanest manner possible.
10. DO AWAY WITH LARGE-SCALE HYDRAULIC PROJECTS, IN
PARTICULAR THE DAMS, FRACKING AND OPEN-PIT MINING.
Large dams severely alter the water cycle and are the cause of serious environmental and social harm. It is possible to store water, regulate floods, and produce energy with small and ecologically beneficial projects. Small-scale dams can be available to the people of the communities and be controlled by them. The open-pit mine, on the other hand, has enormous impacts on the natural ecosystems and often seriously pollutes water sources. We must avoid the construction of more large dams and take action to decrease the harm done by those which already exist, just as we should prevent destructive mining.